Lanjarón

Lanjarón, el pueblo del agua y del jamón.

La belleza de la localidad de Lanjarón es más que evidente, pero no vamos a negar que el principal motivo de visita a este rincón de la Alpujarra granadina es el agua. Unas aguas que se consideraron milagrosas en su tiempo, procedentes directamente de los manantiales de Sierra Nevada y que hoy se comercializan en forma de agua para beber y también para sanar.

Sean estas aguas curativas, milagrosas o simplemente mineromedicinales, lo cierto es que el turismo termal gana adeptos cada día y con motivos. Un par de días en un balneario o en un entorno como el de Sierra Nevada es capaz de reconstituir el físico y el alma de cualquiera.

Es en sí, un buen sitio para hacer un turismo relajado y de buen gusto al paladar, que nos ofrece la exquisitez de sus jamones alpujarreños.

¿Qué ver en Lanjarón?

Hay algunos monumentos interesantes para ver en Lanjarón, como la iglesia de la Encarnación, del siglo XVI o las ermitas que te irás encontrando en tu paseo por el casco urbano. Un paseo que está repleto de fuentes que manan agua y versos de Federico García Lorca. Una delicia.

No dejes de visitar el pintoresco Barrio Hondillo, con su arquitectura típica y sus casas adornadas con coloridas flores y macetas. Dos cañones muestra de las peripecias históricas te sorprenderán en Lanjarón, pero no tanto como los restos de un castillo al que llaman «castillo de los moros».

Interesantes son también los lavaderos cubiertos, que utilizaban los habitantes de Lanjarón hasta no hace tanto tiempo. Y las piedras de molino colocadas como si estuvieran dispuestas a moler de un momento a otro.